Hola escritores,

Frecuentemente durante un cuestionario alguien pregunta “¿Por qué te gusta ser escritor?” o, “¿Qué es lo bueno de ser escritor?” Esta es mi respuesta: jamás voy a tener que decidir lo que voy a ser cuando sea mayor.

Como escritor, puedo ser cualquier cosa. Y cualquier persona. Cuando estoy escribiendo sobre Stargirl, soy Stargirl. Cuando escribo sobre Maniac Magee, soy Maniac Magee. Cuando escribo sobre Cinnamon la rata, soy Cinnamon la rata. Como actor, ustedes escritores no solo inventan a sus personajes – participan en ellos, habitan en ellos. Ustedes no solo escriben sobre ellos, escriben a ellos, creándolos, dando luz a ellos en la página. Se hacen lo que escriben.

Hacen el ridículo, ese niño siempre metido en problemas que soñaban ser. Se hacen ese grupo de niños con miedo en el autobús fuera de control. Se hacen el monstruo con dientes torcidos merodeando en el armario. Y lo mejor que se hacen estas creaciones, lo mejor que escriben.

En corto, eres cuentacuentos. ¿Hay algo mejor que se puede ser?

Antes de que se escribieron los alfabetos en piedra, los humanos se juntaban alrededor de hogueras escuchando a los cuentacuentos dar significado y drama a sus vidas difíciles. La raza humana siempre ha necesitaba sus cuentacuentos para averiguar la forma y dirección de si misma. Cuando se cuenta una historia, cuando se escribe una historia, se toma el lugar de honor a esas hogueras ancianas. Es más que brasas que calientan a los oyentes agrupados—son tus palabras que calienten al corazón y mandan el alma volando como chispas a las estrellas.

Como el poeta Muriel Rukyser escribió: “El universo se hecho con cuentos, no átomos.”